viernes, 20 de agosto de 2010

Afuera hay un invierno verdadero
la lluvia desordena las formas
en la vidriera del local
Adentro hay dos chicas iguales
tienen el pelo de una muñeca nueva
la expresión de un día organizado
Están como puestas a la fuerza
en un decorado artificial


Necesito unos clavos, recuerdo
espero mi turno y pienso
en el vapor del agua caliente
en nuestro desayuno elemental
Antes: no había nada
dormimos sueños separados
abrimos los ojos a la vez
Ahora estoy esperando
y necesito unos clavos


El señor ferretero
me mira con ojos oblicuos
inspecciona mi bufanda
con la precisión de un apicultor
Punto por punto la va destejiendo
al tiempo que yo hablo
colaborando en un diálogo torpe,
plenamente olvidable


En la calle una señora
lleva una bolsa en la cabeza
habla sola, o al menos
yo no veo a su interlocutor
Me encapucho y conecto
con el abrigo interno
Creo en estas nubes
y en los días destemplados
La impresión de andar en otra ciudad.